Desde que el club albo formó esta constelación de estrellas ya había expectativa por el derby español. En el mundo entero, antes de haber comenzado las ligas, se conocía la fecha de este superclásico.
Ayer, finalmente, los Puyol, Messi, Henry, Ibrahimovic, Iniesta y Xavi se vieron las caras con los Raúl, Kaka, Ronaldo, Hiaguaín, Xabi Alonso y Sergio Ramos.
Joseph Guardiola dejó en el banco dos elementos claves como son Yaya Touré y Zlatan Ibrahimovic. Iniesta, que habitualmente es volante mixto, laboró de puntero izquierdo, por esta modificación el Barza no fue el de siempre, el cerebro corría siempre al medio vistiéndose de “10” y Henry ampliaba el juego por el andarivel izquierdo. Lo que generaba un problema: los catalanes desbordaban pero no existía el hombre de punta, el que tenía que empujarla.
En la mitad de la cancha perdió fuerza con ausencia de Touré, esta deficiencia se notó al no poder controlar la potencia de Kaká.
Pellegrini utilizó a Cristiano Ronaldo de punta junto a Higuaín, con esto buscaba velocidad, desequilibrio y dinámica en los ataques. En defensa volvió a alinear a Álvaro Arbeloa como marcador izquierdo, un jugador lento y limitado, no aportó en defensa, mucho menos en ataque.
Por el tema de la alineación de Guardiola, el Barcelona no fue el dominante de siempre. No tenía profundidad en ataque y las pelotas que perdía terminaban siendo jugadas peligrosas a favor de los madridistas.
Messi intentó como pudo, pero no encontró mayor compañía en ataque, por momentos abandonaba su posición y se perdía en la cancha, a pocos minutos del final falló un gol increíble.
Cristiano Ronaldo intentó hacer fantasía como cuando se enfrenta a defensores de bajo nivel, pero esta vez no pudo hacer mucho frente a la zaga catalán.
Carlos Puyol, capitán del Barza, fue la figura inexorable de la cancha. “Tarzán” salvó, en 4 ocasiones, el arco de Valdéz; como es costumbre dejó la vida en la cancha y fue a matar en cada pelota dividida.
Zlatan Ibrahimovic fue el héroe de la hazaña, ingresó al campo y en tan sólo una jugada de gol que tuvo la metió, era el “9” que necesitaba la delantera local.
El partido fue de ida y vuelta. Los 11 de Pep cumplieron en sus puestos, Piqué que cada vez juega mejor, Xavi e Iniesta en lo suyo y las trepadas constantes ,a base de velocidad y potencia, de Dani Alves. Los blancos intentaron generar con el equilibrio de Xabi Alonso en mitad de campo, el incontrolable Kaká se juntó con Marcelo, que en silencio cumple -por su banda- y aporta en la creación.
El que hizo el gol ganó, así de simple fue el partido. Con individualidades por ambos cuadros, cualquiera de los dos podía abrir el marcador y aguantar el resultado. El Barcelona lo logró aprovechando una pelota perdida por Cristiano Ronaldo en ataque, rotaron el balón, generaron y anotaron.
El resultado dejó un sinsabor en la “Casa Blanca”. El DT merengue afirma que no debieron perder. Obviamente los jugadores no quedaron conformes con el resultado, cualquiera quiere ganar un clásico, es seguro que el Madrid saldrá a matar en la revancha del año entrante. La dirigencia merengue, a través de Valdano expresó su opinión del porqué de la derrota ante su archirrival.
Hay que destacar la labor de Sergio Busquets, quien cumplió en la mitad de la cancha, tuvo mucho trajín y recuperó muchos balones.
Era de esperarse que el resultado no fuera abultado como el último encuentro entre los dos gigantes de España. Pero en casa blaugrana saben que ganar esta clase de partidos con el marcador ajustado tiene un sabor especial. Por ahora los catalanes felices, festejan la victoria y la obtención de la punta, la cual deberán mantener sabiendo que tienen por escolta al Madrid.
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