La selección peruana venció, el día sábado, a su similar de Uruguay por un tanto a cero.El señor Del Solar, tercamente, volvió a alinear 3 hombres en la zaga, lo que -como en toda la eliminatoria- hizo muy vulnerable a la defensa peruana. El 11 peruano, como era de esperarse, no mostró, para nada, un buen fútbol. Fue un partido muy trabado, esto por las imprecisiones de ambos cuadros.
Creo que todos estábamos de acuerdo que era descabellada la idea de alinear a Roberto Palacios y Nolberto Solano; el "Chorri" mostró la actitud de siempre, las ganas de siempre; analicemos fríamente lo generoso que es el nivel de nuestro fútbol, 2 jugadores en el ocaso de su carrera se llevan los aplausos tan sólo por esforzarse en la cancha, porque más no se les puede pedir, porque más no pueden dar.
Ganamos. Sí ganamos. Ganamos con un gol agónico marcado por Hernán Rengifo, quien es otro jugador como Fano, sin ser de renombre, hace goles por la selección -todo lo contrario a Claudio Pizarro. Esta victoria no nos limpia la cara de la desastrosa campaña que hemos tenido en las eliminatorias, no nos quita la vergüenza de ser últimos de Sudamérica.
Perú ganó, ganó por esas ganas que tuvo el equipo, esas ganas que contagia Juan Manuel Vargas en cada trepada por izquierda y en cada balón que lucha; pero no nos engañemos, Uruguay también mostró un nivel muy pobre, y por eso hubo ocasiones fortuitas para los dos equipos.
Ahora, sin Vargas y Zambrano, a esperar el partido del miércoles ante Venezuela, a rezar para no sufrir una nueva goleada de visitante, una goleada escandalosa de las tantas que tuvimos, en este proceso, cuando salimos de Lima.
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